La cena no es solamente la última comida del día: también puede convertirse en un hábito que impacta directamente en tu salud y bienestar. Adoptar la costumbre de cenar temprano y elegir alimentos nutritivos y ligeros tiene múltiples beneficios para el cuerpo y la mente.
🔸 Optimización del metabolismo y control del peso
Cenar antes de las 20:00 hs y optar por alimentos no ultraprocesados ayuda a que el organismo procese mejor los nutrientes. Este hábito permite al metabolismo trabajar de forma más eficiente y favorece la regulación del peso corporal. Comer tarde, en cambio, puede alterar el ritmo circadiano e influir en el aumento de peso.
🔸 Alineación con el reloj biológico
El horario de la cena influye en el descanso. Comer más temprano está en sintonía con el reloj biológico y facilita un sueño reparador. Esto impacta positivamente en la regulación hormonal y en la calidad del descanso nocturno.
🔸 Digestión y vitalidad
Una cena ligera evita molestias digestivas, favorece el descanso y ayuda a levantarse con más energía. Por el contrario, las comidas pesadas o muy abundantes antes de dormir pueden causar insomnio, malestar estomacal y menor vitalidad al día siguiente.
🔸 Un cambio simple con grandes resultados
Incorporar el hábito de cenar temprano y elegir opciones saludables es un ajuste sencillo que puede mejorar tu salud a largo plazo. Desde una mejor digestión hasta un sueño reparador, los beneficios se reflejan en tu calidad de vida diaria.
👉 En Perkins Obra Social te invitamos a sumar este pequeño cambio a tu rutina, porque cuidar tu alimentación es también cuidar de tu bienestar.